miércoles, julio 8

La ofensiva Kerensky

...Alexander Kerensky que se hizo notable en la Duma de preguerra como socialista moderado, fue designado ministro de guerra en el Gobierno Provisional del Príncipe Lvov el 3 (16) de mayo. Entonces planeó una “ofensiva revolucionaria” con el objetivo de recapturar Lemberg (Lvov). El principal esfuerzo del Sétimo Ejército al norte del río Dniester, iba a ser apoyado por el Décimoprimer Ejército en un ataque dirigido contra Zloczow (Zoloxhiv). En un frente de unas 40 millas (64 km), los rusos concentraron cañones: 370 pesados, 158 medios y 800 ligeras. Desafortunadamente, este número sin precedentes de cañones significó que las tácticas usadas en la Ofensiva Brusílov de 1916 –tomando la oposición mediante un ataque sorpresa después de un bombardeo ligero– fueron rechazadas a favor de un bombardeo de saturación.

Desde el principio, dos problemas mayores amenazaron en convertir la ofensiva en un desastre. Primero, en Rusia revolucionaria ningún plan de campaña podía mantenerse en secreto. A fines de mes, los alemanes tenían un detallado conocimiento del plan, dándoles tiempo para preparar posiciones defensivas. Segundo, los preparativos rusos fueron lamentablemente inadecuados. La cooperación entre la artillería y la infantería fue mínima, las reservas fueron ubicadas demasiado lejos del frente, las áreas de retaguardia fueron congestionadas con inútiles divisiones de caballería, y los comandantes, estados mayores y formaciones cambiaron constantemente. Hubo también una creciente división en el ejército que parecía, según un observador, una sociedad de debates en lugar de una organización militar.

Etapas iniciales de la ofensiva

Dos días de bombardeos preliminares fueron seguidos, el 18 de junio (1 de julio), por ataques de infantería. Los alemanes se retiraron a su segunda línea defensiva y los ataques rusos fueron generalmente cortados en partes. En pocos lugares tuvieron éxito en romper hacia la tercera línea alemana, y hubo un feroz combate cerca de Bresany (Berezhany) y Lysonia, las dos posiciones alemanas más fuertes. Sin embargo, los rusos estaban exhaustos y fueron subsecuentemente superados.

El Decimoprimer Ejército tuvo algunas ganancias contra los austro-húngaros. Al sur del Dniester, un Tercer Ejército austro-húngaro mal preparado fue vencido y obligado a retirarse 30 millas (50 km) hacia Lomnica, con lo cual el Octavo Ejército ruso aseguró Halicz (Galich) el 29 de junio (12 de julio). Pero eso representó poco al lado del fracaso en todo el frente: el 23 de junio (6 de julio) el principal esfuerzo ruso había terminado.

Contraofensiva alemana

Los problemas que dificultaron el ataque ahora se combinaban con el arribo de ocho divisiones alemanas en Galicia. Con esas fuerzas los alemanes lanzaron una contraofensiva el 6 (19) de julio. Tarnopol (Ternopil) fue tomada el 13 (26) de julio y Czernowitz el 21 de julio (3 de agosto). El general Kornílov –nombrado comandante en jefe en lugar de Brusílov el 19 de julio (1 de agosto)– intentó reconstituir la defensa rusa con la ayuda de una draconiana disciplina que resultó en miles de ejecuciones sumarias. El ejército ruso estaba, sin embargo, al borde de la desintegración.

La ofensiva de Riga

El 19 de agosto (1 de septiembre) el Octavo Ejército alemán de Hutier atacó al Duodécimo Ejército de Kornílov alrededor de Riga, en el Báltico. El plan alemán fue cruzar el Dvina sobre el puerto y avanzar al noreste amenazando Petrogrado –mientras giraba hacia el oeste para eliminar la saliente de Riga. Después de un breve bombardeo, en el que bombas de gas y humo fueron lanzadas hacia las posiciones rusas en el lado norte, tres divisiones alemanas cruzaron sobre pontones.

Ellas se dirigieron al oeste a capturar Riga, que los rusos evacuaron el 20 de agosto (2 de septiembre) cuando empezaron una veloz retirada. Los alemanes ocuparon el puerto el 23 de agosto (5 de septiembre) y durante las tres siguientes semanas persiguieron a los remanentes del ejército ruso a lo largo del Dvina. Ellos abandonaron sus planes de avanzar hacia Petrogrado cuando se hizo claro que el Gobierno Provisional ruso –dirigido por Kerensky como primer ministro desde el 7 (20) de julio– estaba al borde del colapso.

Extraído de “World War I” de H.P. Willmott, Covent Garden Books, 2006, pp.228-230. Traducción propia.

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